De ficción en ficción vamos bogando
en el mar de la nada mas absurda
sin saber hacia donde divagamos
sin hacer tan siquiera una pregunta.
Patria, honra y honor ¡palabras huecas!
catecismos, doctrinas y leyendas
son corrientes traidoras que nos llevan
hacia el punto en que la mar revienta,
a ese punto desde el que no hay retorno,
donde las aguas se vierten al vicio
donde el cielo se funde en el infierno
donde dios y satán juegan contigo
escondiendo sus ases en la manga
mientras tu echas el resto convencido
y te juegas el alma en un tapete
en que la suerte es tan solo un espejismo.
¡Hagan juego señores! Nos incitan
ondeando pendones y banderas;
mientras ellos retrucan la ruleta
tu te juegas la vida a una casilla
con la única ficha que te queda
y aunque no quieres darla por perdida
te echaran a patadas del casino
no sin antes fregarles la sentina,
te darán el carnet de galeote
y tendrás un trabajo de por vida.