\"Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa, eres como mi muerte,
amor mío.\" Jaime Sabines
Andaba en vaivén en mi cuarto, pensando en la noche anterior…
Se olían nuestras caricias,
tenues apretones de manos
que mantenían unidos nuestros cuerpos.
Nuestras fragancias,
incitaban la gradual perturbación
que nuestra excitación cegaba.
Mientras hacíamos el amor
clavaste tu mirada a la mía,
sutilmente te adentraste a mi
cuán luz que perpleja.
Me quede atónito
sin saber que hacer…
tus cabellos estaban entre mis dedos
y yo hilaba tus fantasías a mi gozo.
Mis nocturnas quimeras arremetieron en tu mente;
y entre mirada y mirada nos amamos
y te penetre, mientras apretabas de mi mano,
tus goces y divinidades del orgasmo
y esa noche ahuyentamos al pudor.