Me cautivó
la voz de terciopelo
de las resacas.
Eran las olas
llegando perezosas
hasta la orilla.
Con su rumor
venían melodías
y hasta leyendas.
¡Qué maravilla
sentir las narraciones
del dulce mar!
El mar azul,
y el verde claroscuro
con manto gris.
El horizonte
plagado de barquitos
que van pasando.
Desde la playa
los niños y los hombres
sueñan con ellos.
Barcos de pesca,
cargueros y navíos
hacia otros puertos.
...Y así la voz
que dejan las resacas,
nos va contando...
Rafael Sánchez Ortega ©
18/05/20