Hoja seca moribunda en otoño cae lentamente hacia el suelo el viento solitario que muerde lo que toca sé la llevó
La luna su alma se quebró, y llora al mismo tiempo que tiembla
en un brote psicótico que de repente le dio.
Púrpura existencia mágica, mirada furtiva, fugitiva...algo de mi murió en ese vendaval no oigo los latidos de mi corazón, es muy raro lo que me está sucediendo, pero creo que se paró
Lo confieso el amor siempre me vino grande, fui un cobarde muy cobarde, cuando me enamoro un volcán que llevo dentro estalla y la magma que expulsa con la nube de cenizas no me deja ver con claridad tu hermosa sonrisa.
He tapizado con flores de todos los colores mi inmensa alegría, ..no quiero ni pienso morir de melancolía, pues las lágrimas no me dejarían contemplar tú belleza infinita que dices con todo tu amor que siempre será mía
Ya he visitado demasiados abismos, conozco muy bien sus vacíos
la vida trae cosas malas y cosas buenas, de todas se aprende, y las lecciones de vida están vivas cada día, hay que asumirlo y seguir escribiendo Poemas con tinta roja en ese Cielo azul.
No sé si te lo he dicho está mañana que tus besos de anoche sabían a cerezas y los de esta mañana a zumo de naranjas frescas, nunca dejes de besarme estoy enamorado también locamente de tu divina boca.
Luego en nuestra alcoba te besaré con ardor tus pies y lo que te imaginas mi Señora ....morir de amor por ti todos los días es lo que más deseo, lo que más me gusta, ya sé que soy un egoísta en demasía, pero sueño con beber de ti toda tu Ambrosía.
Mael Lorens
Reservado el derecho
de Autor 03/10/2020
M.L.