Para: ADUV
Tú, con un gran corazón tan dorado,
eres un niño de eternos y osados
versos, de tal Garcilaso-Quevedo,
tal que, en mis labios tus versos cantados.
Eres los Andes glorioso, abrazados
entre los mares, volcanes de Chile,
sangre de vino, de arena y rosados
versos fecundos, gloriosos y bellos.
Tú, con un verso tan 《crudo》¡Cegados!
¿Crudos? es cruda la vida: dolor
pena y tristezas, los ojos vendados
entre prejuicios de antaño y la iglesia
Eres mi amigo, de como los cisnes,
como los lotos que de entre dorados
barros, de tal la conciencia florece.
Eres mi amigo, que amigos osados.