Bastará con enfocar fijamente sus pupilas y deslizar la mirada lentamente a sus pómulos de marfil y bruma; resignarse al anhelo de sus labios firmes; para explicar tanto y tantas cosas.
Bastará mirar la huella que deja y el letargo de su silueta en el crepúsculo, el canto fino de su voz;
Basta tan poco, para explicar tanto y tantas cosas.