El horizonte, me mira satisfecho
y acompaña en silencio.
Un aire extraño cruza el cielo,
noche tierna, huérfana de luna y estrellas,
siento algo que quiere arroparme y me envuelve en tierno deseo
Suspiro, entrega y lágrimas, me pierdo en cosmos de sentires
deambulo en lugar sin tiempo...
Hace 14 años de tu partida, te llame,
acá estas curando este desconsuelo.
Siento tu abrazo y me acurruco, necesito de tu arrorró para ahogar
esta incertidumbre, esta angustia, que hoy ronda mis sentimientos
Y decirte como cuando era pequeña…
“La bendición Mamá…”
¡Dios te bendiga! me contesta tu susurro hecho viento.
Miriadas
31/8/20