Muy inquieto y ansioso
el fuego va creciendo,
crepita dentro mío
hasta inquietar a mi alma.
Se enciende en mi interior
de modo sorpresivo,
relámpago fortuito,
al sentir tu mirada.
Me miras en silencio,
observas mis contornos,
tranquilo y muy sereno
reparas en mi boca.
Más no he necesitado
para arder como un leño,
me volví un cuerpo ígneo
entre fogosas brasas.
Anna Gutiérrez.