GUERRA PERDIDA
¿Puede acaso el corazón armarse?
Ante lo implacable de tu belleza,
Si quisiese guerra tendría que darse,
Rendido de los pies a la cabeza.
Son tus ojos balas penetrantes
Tu perfume un gas mortífero,
Yo caigo a tus encantos tan punzantes
Tregua y calma rendido vocifero.
No quiero pelear en desventaja
Tus armas letales son de adentro,
Donde tu corazón late con carga
miles de sentimientos en su centro.
Herirás con tu voz tan dulce
una daga de armónicas palabras,
prisionero tomaras acuse,
en mi corazón sin que lo abras.
Y yo que me creía un acorazado,
Pensé que ganaba siempre guerras,
Mujeres ligeras a mi paso,
Caídas por mis garras que eran fieras.
Pero conocí mi derrota en la batalla,
Tú belleza ¡vaya que fragata!,
Me llevo a rendición en mares en metralla,
Interior y exterior armada que arrebata.
Ahora seré tu prisionero
Para que hagas lo que quieras,
Encerrado en tu amor así prefiero,
Manda a fusilarme si te aferras
A despreciar mi amor sin un alivio,
Yo seré para ti soldado activo,
Si prefieres tenerme en ti cautivo,
¡vamos! amor será mi arma sin pasivo. Fin.