Yo soy aquel que sueña con sus besos,
que sufro cuando el sueño se me esfuma
como olas en el mar, su blanca espuma;
y doliendo sin cura hasta los huesos.
Yo soy aquel que sueña con excesos,
amarle con ternura en blanca bruma;
porque escribiendo versos con mi pluma,
le besaré sus labios sin aviesos.
Yo soy aquel que sueña con sus manos,
acariciando el rostro con ternura
sisando sentimientos tan arcanos.
Llenando de embelesos y locura,
cubriéndome de inviernos mis veranos
y con la primavera… ¡su hermosura!
¡Rompamos la atadura…!,
que se anida profundo aquí en el pecho
construyendo juntitos nuestro lecho.