Son el sueño de mis noches,
blandos, tiernos y carnosos,
con forma de corazón,
muy suaves y tan jugosos.
Son mi dulce tentación,
esos labios deliciosos,
pintados de rosa fuerte,
de brillos de tonos rojos.
Preparan sus comisuras
y sus perfectos contornos,
el lacre con el que quiero
sellar por siempre mis ojos.
Y es tu boca sugerente,
el ribete del tesoro,
de unos morritos sensuales,
que me están volviendo loco.