Eduardo Clavel Rizo

Exilio


La ruta que has escogido no deja espacio para los consuelos.
Las palabras son velas a la intemperie
en una ciudad donde no hay apriscos para escapar de la nieve.
Aquí una vez hubo un umbral para los sueños
y amigos que aún se empeñan en colgar postales y sonrisas en su blogg,
epifanías de un pasado que reconstruyen el hogar
al que sientes el impulso de volver con el corazón en tu equipaje de manos.
Pero el tiempo ha hecho crecer millones de piedras.
Noches que difuminan el camino.
Un cielo que hoy puede adentrarse en tus ojos
y sobre el que te detienes a pensar
quizás en mí,
en las cosas que un día dejaste
y ahora son el agua que se escurre entre tus dedos.
Las imágenes que persisten en las telarañas de la lejanía
y a las que anhelas silbarles como a un animal doméstico.
La nostalgia puede ser bautizada con disímiles nombres,
pero sólo la distancia, te ha enseñado a llamarla patria.