Tenía alguna poesía
en la punta de la lengua,
de pronto se aparecía
pero no estaba contenta.
Se escondía y me porfiaba
mientras me iba a viajar
buscándome todo el día
si decidía estudiar.
Palabras casi parecen
que van a quedar muy bien,
pero se atrancan de pronto
y no salen de la piel.
Tenía alguna poesía
que me podría inspirar
sin que llorara siquiera
si no la pude encontrar.
Tenía alguna poesía
con los verbos alineados,
las cosas que producía
se revolvían con asco.
Tenía alguna poesía
que no quiere más nacer
si se acurruca a mi lado
solo para enternecer.