Julio Noel

La aurora encendía sus sonrojados colores

La aurora encendía sus sonrojados colores

en el lento despertar del cielo esmeralda,

en el éter volaba el aroma de las flores

derretido en un susurro carmesí y gualda.

El ruiseñor irradiaba su rosáceo trino

en el fresco verdor de la alegre mañana

y el céfiro diluía el rumor matutino

exhalado por el redoble de una campana.

Un colorado enjambre de radiantes fragancias

revoloteaba en la suve luz de la alborada

como sutiles e iridiscentes mariposas

que se diluían en el piélago de la nada.

Arrebolados aromas de marchitas rosas

que murieron al nacer sus breves infancias.

 

Aromas de nostalgia