Qué le digo a la mañana,
si al abrir la ventana,
se ve solitario el jardín.
Que hago con aquella flor,
que cuando la sembré,
le dije a las mariposas,
que preguntaban curiosas,
que era para ti.
Y a la noche…
llena de nolstalgia
que espera con ansias,
que regreses aquí.
Porque todos juntos,
nos acostumbramos a ti,
a tus pasos, a tu sonrisas,
a tu amor y a tu calma.
Qué hago
para que vuelvas,
¡ Amor de mi alma !
© Saulo García Cabrera