Hoy era un día ideal para recordarte.
Son las 6:00 AM
llueve
y mi mundo es un terrón de azúcar
en la boca de un niño.
Hoy era un día en el que deberías estar aquí
rota en mil pedazos
y yo me entretendría en armar el rompecabezas,
lavar tu sangre,
destilar el aire de tus pulmones.
Un día para estar abrazados
leer un libro
y mecer la ruina del niño.
Hoy era un día para escribir cualquier cosa
siempre que fuera de ti.
Para no salir del cuarto.
Para ahogarme entre tanta agua.
Entre tanto mar.
Entre tanta mierda.
Son las 6:00 AM
y no voy a decir que te extraño.
Hoy era un día para sentir nostalgia.
Para darle una patada al perro
que amanece en mi puerta.
Un día para salir al balcón
y gritar toda clase de palabras,
pero apenas me alcanzan las fuerzas
para encender los datos móviles,
escribir un email
desear que tengas buena suerte
y rezar,
para que no te viole o asesine algún coyote.
Para que puedas llegar
sana y salva
a la frontera de los Estados Unidos.