Solo amigos
Amigos, que valen más que el oro y el dinero que la mente imagina
Transparentes como riachuelo, de sus aguas puras cristalinas
Amigos como los míos, que guían y guardan mi sombra y mi camino
Amigos de la vida, amigos de verdad, de andares de posadas de peregrino
Amigos, que nunca nos dan la espalda, ni son miserables ni mezquinos
Alegran la amistad, llenando la estancia, las alegrías de mi destino
Amigos de risas y carcajadas, de oasis, que calman la sed en remolino
Amigos, que nunca se les nota un ápice de melancolía, ni de tristeza
Que siempre irradian sonrisas, de júbilos, de energías y fortalezas
Amigos únicos e indisolubles, indispensables, de Dios, toda su grandeza
Amigos como los míos, que siempre os llevaré y serán por siempre, mi única riqueza
Amigos, que se llevan en el alma y en el corazón con toda nobleza
Amigos de esos, que su presencia se nota en toda la naturaleza
Amigos por siempre, sin manchas, claros en sus ideas y purezas
Amigos, que Dios los puso en nuestro camino, para engrandecer nuestras proezas
Amigos sin intereses, sin apegos, ni secretos por esconder
Con ellos siempre seré el mismo, el de hoy y el de ayer
Mis poesías las arrastra el viento y los amigos las recogerán, sin duda al amanecer
Me llevaré de mis amigos, los aplausos en los albores del atardecer
Le reclamarán a mi tumba y su amistad, tardará en desaparecer
A mis amigos les dejaré mi pensamiento, cuando oscurezca y empiece el anochecer
Amigos por siempre amigos, fáciles de comprender y de entender
Amigos, que se alejan de abrazos y saludos, el brindis de reconocer
Amigos del alma y del espíritu, por siempre han de permanecer
Amigos de esos, que van por la vida, de Dios por siempre, en mi corazón agradecer
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga agosto 01-2020