Yo creía que estaba muerta, pero aún en la miseria de mi psique, no paraba de soñar.
Yo creía que en la profundidad acuosa de la inmensurable parte de mi, fallecía la esperanza, pero los muertos no sueñan y poco conscientes son del estado putrefacto de esta dualidad cuerpo y alma. Y yo, yo creía que estaba muerta pero en realidad aún estaba viva.