Se alteraron mis entrañas
escuchar que me adoraban
crecí exponencialmente en mi universo
estalló mi débil compostura.
Luego soñé, como siempre
atardeceres violáceos expectantes
besos anaranjados me nacen
del deseo onírico de respirarte.
Dormido ando nervioso
excitado diría en mis ensoñaciones
abrazo árboles extrañamente crecidos
me devuelven el dulce néctar de tus miradas.
Vuelo, en mis sueños se vuelva
y levito atrapado por tu iris
por palabras que me llevan
a fundir mi ardor en tu piel blanca.
Siento que estoy ausente de mí
aún siendo consciente de estar
no me relaciono con nada
mi ocupación gira en torno a tu presencia.
Trato de seguir dormido
me pareció que sólo fue un segundo
he despertado y no soy el yo que quiero
se quedó navegando en la nada.