Y bajo la fiera luna
como fieras
nos regamos
con fuego y agua
tierra y viento
rugiendo a temblores
Cantamos y bailamos
los cantos animados
de nuestros antepasados
Aquellos, esos los que nos recuerdan
nuestra sobrestimada existencia
y que profundamente nos sacuden
para extenderla
más allá, una vez más,
de nosotros.