Me fui de viaje a mis adentros,
a buscarme en ese mundo de lamentos,
escudriñando en el cosmos de las dudas,
desafiando a mis tormentos,
intentando sorprenderle al corazón…
que tantas veces ha retado a la razón.
Me vine aquí para encontrarme,
a lidiar con mis caprichos y mis miedos,
a enfrentarme a mis temores.
Aparecí intentando hacerme fuerte,
pretendiendo disfrazarme de valiente,
resistiendo a mis embates de ansiedad,
arrinconando al dolor de los recuerdos.
Llegue con ganas de borrarme del pasado,
de curarme las heridas…
que el mal tiempo me ha dejado.
Me apuré para este encuentro fantasioso que he inventado,
y he caído otra vez en la impotencia.
No he podido liberarme de este absurdo sentimiento,
cada vez me sujeta con más fuerza,
me encadena a su pesado sufrimiento,
y me envuelve en una angustia persistente,
que condena a convivir con esta pena…
seguramente es mi destino.
Me fui de viaje a mis adentros,
me vine aquí para encontrarme,
y no he podido liberarme del pasado,
seguramente es mi destino.