Cómo duele ser yo quien diga adiós,
pero quien me juzga es Dios
y tú mi amor, no tienes voz
ni opinión sobre mí
porque si yo me voy
es porque no soy feliz
y mis sentimientos
no son los mismos hoy.
Si antes nos amamos,
ahora no nos toleramos
y le ruego a la vida fuerza
para no ser terca
y obligarme
a seguir como tu amante,
porque el tiempo pasó,
otoño llegó
y el corazón se nos enfrió.
Cómo duele ser yo quien diga adiós,
pero duelen mas las sobras de amor.