Y dime en qué estado se encuentran mis anhelos
si ya todos están mal disgregados,
tú y solo tú, en mí, fuiste como la fugitiva estela tan perdida,
por ti estoy molido en un barrido de estrellas.
Y son esos anhelos de conquistar tu universo
los que siento laxados y extraviados,
pues de tan lejano años luz de tu sonrisa
siento perdido el anhelo de conquistar tu fuego interno.
Dime luna mía: ¿puedo ver acaso tu Osiris tan de cerca
o la pléyade de encantos tuyos sentir en bien cuadrante?
si mi anhelo es fugaz y tímido el centellar de mi lucero.
Quiero, mas no puedo y todo lo tengo por perdido
otro Neptuno ha ocupado mi camino, se me ha adelantado repentino,
Y no puedo competir ya con su estrella
elegirás su fulgida belleza…
Y yo mientras tanto contare mi nostalgia al infinito
llorare mi derrota al sol más grande; te lo digo,
y al borde del anhelo desgarrado y decaído
adiós digo a mi luna en mi galaxia consentida. fin
LIc. Jesús Isaias Gonzalez Arroyo.