El vino no fue capaz
permaneció mudo
masticando ausencia.
Tus ojos ágiles
buscaron refugio de sombras
tu cuerpo, un concierto entero
de música y silencio
quedose así
la copa vacía
y la noche más eterna y callada sin ti.
El vino no fue capaz de retenerte
frente al secreto rojizo
no pudo inventar una flor
en su fondo de semilla
ni detener el agrio adiós.
Un par de copas vacías bajo la noche
rompen la intención de tenerte
adelantan frustración de médulas
en este pequeño río estancado.
El mantel quedó huérfano de manchas
la servilleta se suicidó por tus labios
y al brebaje en cuestión
le suspendimos su libertad.