Claudio Ernesto Poeta

Ni siquiera el vino

El vino no fue capaz

permaneció mudo

masticando ausencia.

 

Tus ojos ágiles

buscaron refugio de sombras

tu cuerpo, un concierto entero

de música y silencio

quedose así

la copa vacía

y la noche más eterna y callada sin ti.

 

El vino no fue capaz de retenerte

frente al secreto rojizo

no pudo inventar una flor

en su fondo de semilla

ni detener el agrio adiós.

 

Un par de copas vacías bajo la noche

rompen la intención de tenerte

adelantan frustración de médulas

en este pequeño río estancado.

 

El mantel quedó huérfano de manchas

la servilleta se suicidó por tus labios

y al brebaje en cuestión

le suspendimos su libertad.