Cuando adentro
vibran golondrinas
en un éxtasis de
vuelo reincidente
locura genial e
inconsecuente
soltaría el nido
solo por verte.
Por respirar tu mundo
en un minuto breve
por escuchar tus rabias
otro segundo.
Y si la memoria del viento
se contrajera
nada podría evitar
que al fin naciera
esa cresta de amor
sin tanta piedra.