Amo las flores, su color y aroma
y ese brillante amor que llevo dentro
el que me enseña el melodioso idioma
de las luces prendidas en mi centro.
Amo el sonido de la verde selva
porque en ella la calma paz encuentro
permitiendo que don sosiego vuelva
llevándome a un hermoso reencuentro;
con mis alegrías más ilusiones
mis risas entusiastas con las que entro
a donde se ganan todos los dones
de el más virtuoso amor que en mí concentro.
Amo la quietud de la oscura noche
porque es del pensamiento el epicentro
la imaginación labra con derroche
todo aquello que se lleva en el centro.
Amo aprender de la demente vida
porque así, mis sueños en ella encuentro.
Yamila.