Los vientos desataban la tormenta
en el ancho y profundo mar de mi agonía
Una ola enfurecida me crecía por dentro
Yo me ahogaba en el llanto y me perdía
Fui presa del dolor y del espanto
pues la rosa de mi norte se moría
Entonces...llegas tú
como un destello alumbrando mi horizonte
como el revolotear de gaviota amanecida
como arcoiris que se crece en la llovizna.
Y la luz y el cántico y los colores
se acercaron a mi orilla
mi mar cobró calma y por fortuna
sobre él riela una luz que es el sendero
que me lleva hasta ti
para abrazarte...Luna