Yadira Castell de Oro

DESPEDIDA

Desde mi humilde rincón,
en canasto de mimbre traigo
las palabras que al despertar
me brotan del corazón.

 

Hoy en mi alma llueven
flores,
luz no hay más que la
del sol,
me alimento de bonanza
la semilla germinó.

 

Libre estoy de mis intentos
no conseguí pan querido,
me sostengo en mi cultivo
esta andanza terminó.

 

Me devuelvo a mi cosecha
me recuesto en mi trigal,
dorado de nuevo brillo
mi hogar ya huele a pan.