Quise sentir tu cuerpo
en el lamento mío
y una mirada encontró
tu recóndito mar.
Te amé hora tras hora
sin medir el tiempo,
un amante como yo
seguro no tendrás.
Y déjame decirte
que horas enteras,
amándonos sin control
conmigo ya no habrá.
No te pido que entiendas
que todos mis besos,
te pertenecen a ti
ya lo comprenderás.
Igual la quiero a ella
yo te conocía,
pero no puedo explicar
lo que me sucedió.
Desde que yo recuerde
pasado el momento ,
esa dulce aventura
no se repetirá.
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