En las frías noches de invierno,
al calor de las ascuas crepitantes,
oigo los suspiros del viento
que gime sobre los cristales.
Redondas lágrimas derrama,
entre quejidos lacerantes,
que hieren la quietud del silencio
en las gélidas noches invernales.
Como el ulular de viejas campanas
que lloran lutos familiares,
resuenan grises en mis oídos
del viento sus flébiles ayes.
En las frías noches de invierno,
a la luz de las ascuas crepitantes,
veo los cálidos aromas del tiempo
que huyen de mí con mis pesares.
Aromas de nostalgia