Llovían ideas irreverentes
en lunes, martes, miércoles, los jueves
en sábado y en domingo, aunque breves,
pero en viernes... se me caen los dientes.
Cuando hay propósito... ideas ausentes
y cuando muchas tienes, no te atreves,
sin claro propósito no te mueves
pues no existe verso que fundamentes.
Y así, sobrevino otro día viernes
cuando crece el deseo y ya no puedes
o bien puedes más tú... ya no disciernes.
Y hoy tú, quieres ganar, pero concedes
o quieres ver flor para que encuadernes
mas te has encerrado... en cuatro paredes.