Aunque la carga te pese
se de ánimo entero,
el cristiano valedero
es el que aguanta primero.
Aunque el barco se hunda
no huyas ni corras luego,
el cristiano siempre yergue,
templanza en el tiempo cero.
Aunque la tempestad no amaine
aguanta y no te acobardes,
el cristiano siempre tiene:
valor, aunque el reto aborde.
Aunque en vida todo falte
aunque solo nada tengas,
el cristiano siempre suple:
con Dios en un mar de penas.
Oh cristiano como ejemplo
de este mundo superfluo,
imagen siempre de arresto
fortaleza y siempre presto. Fin.
Lic. Jesús Isaias Gonzalez Arroyo.