TÚ ME SUEÑAS Y YO TE SUEÑO...
Déjame ser yo a quien tú sueñas.
Déjame ser yo quien te colme de ilusiones.
Déjame ser en tú vida la luz que ilumine tu camino.
Deja que mis labios…
se queden prendidos a tus labios
para que veas que mis besos son de miel.
Déjame ser en tu vida quien sané tus heridas,
con los besos encendidos de mi boca.
Quiero ser en tú vida una página en blanco
donde nunca nadie a escrito…
para que escribas tus versos enamorados
y tus poemas eróticos que me encantan
no sólo escribas en papel los quiero también en mi piel,
mi cuerpo es todo tuyo deja tus letras por todo mi cuerpo
para que sepan que soy tuya y de nadie más…
¡Ven! asómate a mis ojos y en ellos encontraras
el amor que he guardado para ti
y en mis noches de insomnio me pienso a tu lado
y tú cómo un descarado me llevas del brazo
orgulloso y soberbio y vas prendido a mi cintura
y me presumes orondo y me enamoras con la mirada.
¡Ay tus ojos! ¡Ojos míos de mi querer!
Siempre tuya y siempre mío.
Pues soy yo a quien tú sueñas en tu lecho
vacío de ti y de mí donde hay un espacio que llenar.
...Allí tus ojos absortos desvisten mi cuerpo
para saberme y sentirme en tu lecho,
esté o no esté ahí me tienes en tus brazos,
y sin dudarlo siquiera te abrazas a mí
para despertar en un lecho de rosas juntos.
No podrás negarlo es a mí a quien sueñas!!
Sin yo preguntar siempre lo presentí
porque eres tú a quien yo sueño todas las noches,
hazme de ti por qué yo soy toda de ti,
en tus sueños y en mis sueños
en tú alma y en mi alma
en tú vida y en mi vida,
venimos de vidas pasadas
en otras vidas ya nos amábamos,
Dios nos juntó para seguir amándonos.
Tú me sueñas y yo te sueño y en un mismo sueño
estamos teniéndonos amándonos y sabiéndonos los dos
en visiones nos poseernos con los cuerpos enredados,
sabiéndonos dueños de la vida y de la muerte.
Duerme amor, volvamos a soñarnos atados al deseo
de ser uno para el otro por la eternidad.
Siempre tuya y siempre mío. ¡¡Ojos míos!!
Alicia Pérez Hernández...México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©
MUDANZAS...
Apagué la luz de mi alma y del rincón del balcón para no recordarte,
y poder dejarte ir por las escaleras del patio que conducen a la calle...
Fue allí; donde el beso de tu boca marco este amor sosegado que guardo para ti,
y en cada lugar de la casa te recuerdo y se remueve todo el sentimiento que se
asoma por la ventana cada vez que te quiero olvidar...
He cerrado los cajones de la cómoda donde alguna vez guarde tus abrazos apretados,
eran como tierra firme que dio vida a mi vida, ya marchita por los años gastados,
y tú mirada cual lobo rabioso me enamoró y, me desgarró la ropa para llevarme
a tu guarida de amor y me desnudaste el alma, la piel y la vida.
Tengo encuentros nocturnos pecaminosos cada vez que entro a la recamara donde se
junto tu piel con la mía y hubo aullidos y espasmos silenciosos son sudor y lágrimas
de alegría, pasión y fuego enterrando tus colmillos en mi carne abierta de deseos
de poseerte bajo los astros brillantes del cielo, que despertaron mis pasiones dormidas.
No subo más al ático donde encuadernamos nuestros sueños con besos fogosos
y ardientes y la pluma y el tintero de tu alma en comunión con mi alma.
He dejado de ver el álbum de fotos porque allí están todos los recuerdos de nuestros
encuentros desnudos y aun se me eriza la piel de verte encima de mi cuerpo,
apretándome en tu pecho de hombre fuerte, audaz, gentil, dócil y romántico
y soñador, albarazado los deseos de quedarte en mi vida para siempre.
Empacó lo necesario, todo lo demás está de más, por qué son recuerdos que me queman
el alma y la vida se me escapa y te pienso entrando por esa puerta que cerraré tras de mí,
y ya nada quedará de ti, ni de mí en está casa que alguna vez se incendio con nuestros
besos de fuego, amor y pasión ardiendo las venas al rojo vivo calcinándonos.
Te vivo en el sillón marrón que me llevo a la otra casa y lo pondré en la sala de estar,
... Sólo para verte llegar y quedarte a vivir en mi alma, mi espíritu y mi vida para siempre.
... Hago mudanzas de mi corazón al tuyo para que nunca te deje ir aunque yo quiera.
Alicia Pérez Hernández...México
No es la pluma la que escribe, es el alma
Todos los derechos reservados©