No hay de que quejarse
cuando de amor lloras
cuando de amor sufres
y de amor imploras.
Cuando te fermenta la sangre y devoras
todos los momentos en escasas horas.
Cuando a latigazos recuerdas y añoras
y de una trompada tus sueños se borran
y no hay mas destinos,
senderos.
caminos
ni mas sufrimiento que estar ciego a solas.
Cuando pasa eso,
cuando duele el alma.
Cuando ausente, el hambre, se nota en la cara;
y la sed del beso que tus labios claman
te seca la boca hasta la garganta;
ahí te das cuenta que el amor se gasta
y no hay queja
llanto
ni ruego que valga.