La Cumparsita
Si supieras que aún dentro de mi alma
Conservo aquel cariño que tuve para ti
Quién sabe si supieras
Que nunca te he olvidado
Volviendo a tu pasado
Te acordarás de mí.
C. Gardel
La otra noche que en tu casa me quedé
creo que no fue café lo que tomamos,
sabía a borgoña la bebida espirituosa
pero fue por error, no por otra cosa.
Yo conozco de tu vida y tus virtudes
Y no me atreví a entrar contigo en la bañera,
pero debo aceptar, que sí te jaboné,
con los ojos cerrados, y nada te miré.
Es que un favor a nadie se le niega
menos iba a hacerlo contigo que te quiero,
porque a solas mi alma es quién reniega
si no me comporté como un caballero.
Mientras tanto enojada entonabas
el tema ese llamado “mujer mala”,
dedicado me decías a la casquivana
que en el corazón sólo tiene saña.
De alguna manera, yo, conozco tu cuerpo
y bueno, tocaba pero no sentía,
¿Sabes? pura fuerza de voluntad en la mano…
que diestra se deslizaba por tus curvas.. ay!
Me hablaste de Gardel y de La Cumparsita
del enamorado que te canta esa canción,
de aquel que por jugador lo mandaste a casita
y que hoy te dice… “arde en desesperación”
Vos debiste haber sido cantante, no actriz
naciste con el talento y la voz para triunfar,
aunque en la vida toda herida deja cicatriz…
importante es vivir, amar, disfrutar y olvidar.
Me echaste agua en la cara para abrir los ojos
pero nada, cogí el champú y te lavé el cabello,
me has dicho que la próxima vez me ponga anteojos
“¡o no, por tonto, mejor una soga al cuello!”
Un respectivo enjuague con la regadera,
te envolví con una toalla de rosas perfumada,
y a la cama en mis brazos te llevé
cerré los ojos, esperando que pronto amaneciera.
Yo te entiendo, y ahora que te cuento
no te ruborices ni cambies de color,
nada pasó, y no digas: “lo siento”
pues créeme, yo también tengo pudor.
Delalma
Martes, 10 de agosto de 2010