Cómo la lluvia en tardes de verano, así llegaste...repentino e inesperado.
Todo alrededor permaneció inmóvil y el tiempo pareció infinito.
Inexplicables sensaciones se apoderaron del lugar, cómo fragancias embriagadoras.
Conversaciones lejanas, sordos ruidos, retumbaron en mis oídos, aturdiendome.
Miradas, palabras, gestos, instantes, pensamientos, estremecíeron mi ser.
Por un instante, fuimos el universo mismo.
Repentino e inesperado,
cómo la lluvia en verano, llegaste a mí, para envolverme en tu embrujo.
Aún no lo sabía, pero llegaste vos para soprenderme ...Amor.