Ben-.

Un día-.

Después llegaron otros ojos.

Pero, primero, los verdes, los azules.

Senos conquistados a la inspiración

de los pulmones. Vi esmerilados

matices en los iris convencidos, junto

a las fuentes, de madrugada. Un

estanque de luz y rocío, hibernando.

Al fondo, confeti de pupilas,

canicas distraídas, esencias detenidas

en fotografías indolentes.

Que conservo con fe y alegría-

un día volverás o volveré-.

 

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