Desde tiempo inmemorial
el hombre busca su grial.
Así fue como Ticiano
con su genio veneciano
pintó con excelsa mano
Amor Sacro-Amor Profano.
Más yo pienso que el amor
es del hombre su esplendor.
No es de origen virginal,
procede del ser humano
que no sabe de rencor.
Con su manto acogedor
se cobija a nuestro hermano
sin ayuda celestial.
Tiene su luz el fulgor
del corazón bienhechor.
No existe en el lo pagano
ni proviene de un arcano;
nace frondoso y lozano
con destello soberano.
¡Y brilla como cristal
sin pecado original!
Autor: Aníbal Rodríguez.