Esas preciosas mañanas
después de salir el sol
son un canto a la alegría
dándole gracias a Dios.
El mar con su azul turquesa
realza su resplandor
son letras de esas canciones
que el viento se las llevó.
Venían de las montañas
que están vestidas de blanco
entre los árboles suenan
esos misteriosos cantos.
Son como soplos divinos
que nos manda el creador
elevando esta belleza
donde vivimos tú y yo.
Magnificando el regalo
nos muestra puestas de sol
el silencio de la noche
y la vída que el nos dio.
Classman