Al amarte dejo de ser yo,
y soy tu, nosotros, todos.
En un estrecho camino sin fin,
en una sombra sin rostro.
Después vuelvo a ser yo,
sumergida en mi mundo,
donde nada tiene sentido,
y cada abril es otoño.
Al amarte todo es luz,
me alejo del caos, la lluvia,
y busco el sol sin pensar
en que volveré a esta sola.