Siempre te observo en medio de ese jardín de rosas,
cosquilleando tu mirada hacia el horizonte teñido del color púrpura,
en medio de alegrías bañadas con los rayos de la luna serena y quieta,
tan adornada por las estrellas para tan solo verte feliz.
El ancho de la vida expande las mil ternuras de tu rostro,
a través de tu dócil sonrisa tan inquietante,
que me llenas de las mil maravillas perecidas al paraíso de rosas,
que en aquellos momentos te las entregué a ti ¡Bella mujer ¡
No te dejaré escapar en mis sueños nocturnos tan llenos de emociones,
para darte felicidad infinita entre mis abrazos y besos,
los cuales surgen desde la inmensidad de mi alma tierna,
la cual doblega tu instinto sano en el amor claro,
muy claro como los rayos de aquella luna que pintaste en mis sueños.
Navegaremos los dos por esas coloridas y apasionantes noches,
tan llenas de lujurias suaves como el roce de tus labios,
quemando mi piel entre los cantos inéditos del te amo,
para así sentirnos en el clamor del amor y un solo ser.
RIVAS JOSE
Barinas-Venezuela
12-10-2020