Mi vestido rojo fino y elegante
Con cuanta ilusión me puse mi vestido rojo
fino y elegante y me alcé en mis tacones negros
y me vestí la piel del perfume que te gusta
y pasé por mis manos mis guantes de seda.
Pensé todo el tiempo que te volvería ver
más no fue así; dejaste tus huellas al marcharte,
tu corbata negra y tus guantes de piel,
y el aroma de tu piel, por todo el departamento,
¡Y cómo, sí no!
Toda la alcoba tenía el aroma de tu perfume.
Más di la vuelta y me fui por donde llegué.
pero una inquietante tentación me dio
y esperé a que regresaras,
más no fue así…
Vi mi reloj de pulso, era media noche,
cerré la puerta del departamento y me fui.
No fui a buscarte, que te quede claro!!
Me fui con mi fina elegancia,
con mis guantes de seda
y mi fragancia cara, …
A bailar y a reír, creo qué de ti...
y de la vida y hasta de mí,
qué tonta que fui, ¡Amándote tanto!
hasta que te perdí…
Espero encontrar quien vea mi belleza
no sólo exterior, sino interior,
porque se amar de a de veras y con toda el alma.
y se perdonar infidelidad, porque amo de verdad.
Esa era una noche cualquiera y quería estar contigo
y camine siguiendo pasos y tú no estabas,
y sin tu piel en mi piel, muchas noches te busqué,
sin besar tus labios, otras tantas veces qué anhelé
tener tus labios sobre los míos y besarte apasionadamente.
Saberte de mí y pensarte de mí, fue una utopía.
Pero mis ojos buscaron tus ojos y muchas veces amé tus ojos
y quería perderme en tú mirada y quedarme allí... Amándote!!
¡tú nunca me amaste!… fuiste ave de paso, beso olvidado.
estoy segura qué te arrepentirás... No sé cuándo?
y vendrás a buscarme y no me encontrarás.
¿Sabes dónde estoy?…
¡Paseando! Con mi vestido rojo fino y elegante.
Algo tenía que hacer para olvidarte.
Y si hay olvido, ‘Un Día’ te olvidaré
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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