No he muerto
Y ya me olvidan
Apenada realidad
Que golpea
Y se mete como musgo
Suelto el grito
Y no aparece nadie
Cuando a penas ayer
Bebían en mi mesa
Al son de un afecto
Imperecedero
Incluso alababa
Mis peores ignosis
Cuando por cualquier
Neurastenia
Se metían los demonios
¡Qué pulcritud
¡En aquellas miradas!
Entonces mis escritos
No eran cursis
Y si la más suave pluma
Tocaba mi entrecejo
Allá iban todos
Como leones rugientes
No he muerto
Y veo mi cadáver
Atrincherado
En un confinamiento
Espantoso
Las paredes caen
Los cuadros
Me disparan
Moscas y mosquitos
Titubean
Y afilan sus ponzoñas
Miro registros
Y retratos
Y el timbre no funciona
Aves de rapiña merodean
Fieras capaces de lincharme
Azotan mis oídos
Me siento putrefacta
En una ciudad desposeída
Donde se busca la felicidad
A golpe de auto ayuda
Y no brota
Ni brotan los oráculos
Ni las cartománticas
Ni las brujas de Salen
Suspiros y más suspiros
Incinerándome
El maullar de los gatos
Los perros y las pulgas
Libélulas sobre las marquesinas
Desconocidos y bacterias
Me presionan con urgencia
No encuentro quién me cosa
La ansiedad y calme el flujo
No he muerto
Y ya ando por otras latitudes
Donde pululan malas intensiones
Y ya comenzaron a vender mis pedazos