He invitado a la soledad a desayunar en mi mesa
En esta mañana de invierno
Arropados por el frío y la humedad que entumece
Unas cuantas letras con sonido de indiferencia
Hola Soledad como has estado.
Hola Solitario siempre a tu lado
En la fragilidad de esta mañana
Has seducido mi alma, Soledad
Has hecho temblar mi espíritu
Entre la lluvia y tu aliento
No he buscado hechizarte, Solitario
Tan solo acompañar tu alma
Por tantos años de desconfianza
Para que te niegues al encanto
Y rechaces lo divino
Cuántas veces nos arropamos, Soledad
Yo temblando de olvido
y tu en tu traje de extravió
acaso llegaremos al alba de un nuevo día
Siempre abrigaré tu anima, Solitario
Hasta que un violento latido te separe de mi lado
Cuando confíes y ames,
Cuando recuperes la esperanza
Démonos la mano de nuevo, Soledad
Aún quedan caminos marchitos
Una folía en mi espíritu
Un corazón de granito
Suelta mi mano, Solitario
Aniquila ya la desconfianza
Aún quedan latidos y cantos
Aún puedes vencer el espanto