Raul Gonzaga

En lo más hondo de mi alma


Te contemplé, solitario,
acechante en la penumbra,
en la oscuridad profunda
como un loco enamorado;

mi pecho grito: te amo,
lo acallé con mi ternura,
eres belleza que abruma,
un dulce Edén son tus brazos;

te recostaste serena,
difumado en lontananza,
te miraba como estrella

muy brillante en la distancia:
te quedaste noble y bella
en lo más hondo de mi alma...