Acá hay un espacio para ti y no es la nada
aunque abunde el silencio
la soledad
y los libros con palabras borradas por el polvo
Esas cosas que pueden confundirse con el vacío
Pero no hay ausencia
No hay rostros de mármol
ni lágrimas en las azoteas de la mirada
No hay vestidos sin luces
ni gatos maullando en las noches de invierno
Acá hay un hueco entre estas paredes
y un techo
que aún sostiene el espacio para otro cuerpo
Tengo dos almohadas
y me sobra un juego de cubiertos.