Ardego

renombranzas

No te llames triste, solo estas aislado,

Ignorando notas que susurra el viento que pasa a tu lado,

Y te dices solo, pero estas anclado,

Como están los robles que miran al mar desde el acantilado.

 

No te llames pobre, ni decepcionado

Cuando has elegido que se oculte el sol en tu cielo nublado,

Te dices errante, te nombras gitano,

Cuando en cada puerto dejaste agitando al partir unas manos.

 

No llores al cielo, no implores justicia,

Cuando despreciaste por mera soberbia sutiles caricias,

Ni añores amores, ni noches perdidas,

Que en amaneceres mataste marcando como horas furtivas.

 

No te llames triste, no añores canciones,

La vida es el valle que pintan tus ojos desde sus balcones,

No clames abrazos, no busques razones,

Que oculten a ilusos cicatrices hechas por tus decisiones.

 

No riegues con llanto, no siembres pesar,

No escondas tus faltas tras una cortina de suave cristal,

Ni rías en vano, ni finjas llorar,

Que tu alma lamenta que ignores y ocultes tu dura verdad.

 

No te llames triste, solo estas lejano,

oculto a la sombra de oscuros abrigos en tu propio armario,

No bajes tus velas, ni apagues tus faros.

Que en mares bravíos se prueba la fuerza de nobles corsarios.

 

Ardego 2017 – agosto 28