Estará tan cerca que no logramos ver en que momento todo se acabó, la piel se pudrió, el corazón dejó de sentir y el planeta se torno con colores grises y oscuros.
No habrá felicidad, no habrá ni pensamientos, ni la ropa que vestimos, y todo lo que fuimos se hundirá en la mierda cuando todo llegue a su fin.
Está tan cerca que no lograremos sentir en que momento dejamos de ser, en que sitio dejamos de amar ni el minuto en el cual fuimos felices.
La calma llegará a su paso y así el dolor se hará eterno, las hojas de otoño, los copos de nieve, el pasto verde, todo se pudrirá y no habrá tiempo de respirar.
Nuestro tiempo culminará cuando la dejemos entrar, a ojos cerrados nos amará y así con ella la calma llegará, así sin ruido, sin dolor, sin pena, solo con la brisa fria que hiela el alma y la congela.
Y así estarán ardiendo eternamente con las hojas de otoño, con los copos de nieve, con el odio, con la sangre derramada por el cuerpo, sin dedos, con los ojos partidos, con el cuerpo vacío.
No podremos sentir en qué momento todo llegó a su final, en que momento dejamos de sentir, en que fallamos, perderemos la piel en fuego y los huesos no existirán, se sentirá como en un laberinto del cual no querremos escapar.
_Rodrigo Ego-aguirre