Y fué la noche perfecta, lo finito se volvió infinito, nuestros planes fueron definidos, por fin se abrió la puerta que alejaba tu cuerpo del mío, nos amamos bajo la luna llena, tus labios hacían temblar los míos, mientras olvidaba las noches frías con el calor de tu ser, tus besos volvieron innecesarias las palabras, me recorriste con tu mirada tierna, profunda y apasionada, fue hermoso sentir como tu cuerpo me buscaba, con deseos de apagar el fuego del mio, como si supiera que mi alma lloraba de ansiedad bajo la blanca luna, mi necesidad incontrolable por sentirme tuya. NP, El Ángel Negro...