Traigo una herida que me sangra el alma;
una que me hace doler el corazón,
que me asfixia, hasta robarme el aliento.
he nacido con un designio que nadie anhela,
de sufrimiento, tristeza y dolor... un designio maldito;
mira mis huellas...
están marcadas por las lágrimas que han rodado por tu nombre,
todo me es confusión ante el bonito arte del amor,
pues soy la surrealista realidad de ese perfecto amor que todos añoran,
el némesis de ese amor que te llevo en lo más profundo del alma.